El socio del constructor detenido este pasado jueves en Palma fue el único que declaró ante el juez para desmarcarse y asegurar que el negocio ha sido su «ruina total».
El hombre declaró que ingresó 150.000 euros entre finales de 2017 y mediados de 2018 y que no ha obtenido ningún beneficio de las empresas para las que trabajaba.
Además, contó que en 2015 le tocó un millón de euros en la lotería y que entonces dejó su trabajo.
La mujer del empresario y el socio también fueron arrestados por agentes de la Policía Judicial de Algaida.
La pareja se negó a declarar ante el juez de Instrucción número 8 de Palma, en funciones de guardia, y el socio se desvinculó de la trama. Los tres quedaron en libertad con cargos y sin medidas cautelares. Están acusados por delitos de grupo criminal, estafa agravada, alzamiento de bienes y falsedad documental.
El principal investigado es un mallorquín que dirigía varias empresas y ofrecía casas unifamiliares por módulos en toda la Isla. Tenía a su servicio algunos arquitectos que presentaban los proyectos en los respectivos ayuntamientos.