El joven que violó a una mujer en un piso de la calle Capità Vila de Palma, en 2017, se enfrenta a 72 años de cárcel. La Fiscalía acusa a Richard P. H. Depret, de 23 años y nacionalidad francesa, por un rosario de delitos: robo con violencia e intimidación, continuado de agresión sexual, incendio con riesgo para la vida e integridad de las personas y tentativa de asesinato, entre otros. El procesado deberá indemnizar a la víctima con 77.433 euros por las lesiones, daños morales y desperfectos ocasionados en la vivienda.
Los hechos se remontan al 15 de octubre. El joven se fugó del centro de menores Es Pinaret, subió hasta la azotea del domicilio de la mujer y robó una televisión LG que poco después vendió a otro chico.
Dos días después regresó a la vivienda, situada en un edificio de cinco plantas, con intención de volver a robar. El acusado, según la versión de la Fiscalía, llevaba un cuchillo de cocina y sorprendió a la propietaria del piso durmiendo. Le pidió la tarjeta de crédito y dinero e iniciaron un forcejeo hasta que ella desistió por la presión que el joven ejercía en su cuello con el arma.
Richard P. H. Depret obligó a la víctima a que le hiciera una felación y luego le pidió que se desnudara para violarla. A continuación, le ató las manos con el cable de un cargador y los pies con un pañuelo y le reclamó el pin de la tarjeta de crédito que le arrebató. El agresor le dijo que si no le daba el número correcto volvería para matarla. Una vez inmovilizada, la arrastró hasta el vestidor y le obligó a tomar cinco pastillas de diazepam para después llevarla al salón y forzarla en el sofá. El acusado le dio cinco comprimidos más con la intención de sedarla para que la mujer no pidiera ayuda. Acto seguido, prendió fuego en distintos puntos de la casa con la moradora atada e inconsciente en el interior. El joven huyó de la vivienda, acudió a un cajero con la tarjeta de la víctima y sacó 600 euros a las 11.19 horas. Las cámaras de la entidad grabaron la acción.
El olor a humo y la falta de aire despertaron a la mujer, que consiguió desatarse los pies y comprobó que todas las puertas y ventanas estaban cerradas. La víctima no pudo abrirlas porque tenía las manos atadas y rompió el cristal de una ventana con la cabeza para pedir auxilio. Un vecino acudió al domicilio alertado por los gritos y abrió la puerta del piso de un golpe. La mujer sufrió numerosas heridas y abrasiones por todo el cuerpo a consecuencia de la agresión. Estuvo en tratamiento médico y en seguimiento psiquiátrico durante más de un año y medio.
Richard P. H. Depret se encuentra en prisión desde entonces y acumula condenas por robos en casas de Manacor y Palma. El joven, asistido por el abogado Miguel Ángel Villalonga, será juzgado próximamente por el brutal ataque de Capità Vila.