La banda de delincuentes que asaltó la casa del exdelegado del Gobierno, José María Rodríguez, se estaba llevando la caja fuerte cuando fueron sorprendidos por un sobrino del expolítico. La Policía Nacional, tras detener a dos de los implicados, sigue buscando a los otros dos ladrones que consiguieron huir.
Tal y como avanzó en exclusiva Ultima Hora, los hampones tenían perfectamente planeado el golpe, que ejecutaron poco antes de la medianoche del miércoles. En la primera inspección ocular no se detectó ninguna puerta forzada, pero ahora la Policía Científica, tras un nuevo análisis, ha determinado que accedieron a la casa de Es Rafal por una ventana.
Joyas y dinero
Tres de ellos entraron en la casa y una mujer se quedó en la calle, al volante de un potente BMW, lista para huir con sus compinches. Ya dentro, forzaron un cajón de un armario y registraron otras dependencias. Querían joyas, dinero y, sobre todo, la caja fuerte de José María Rodríguez. Consiguieron llevársela, tapada por una manta, pero cuando estaban en el jardín fueron sorprendidos por el sobrino del expolítico del PP. Uno de los ladrones pensó que era un vecino y le espetó: «Es la casa de nuestro tío», sin saber que, en realidad, estaba hablando con el auténtico sobrino.
A partir de ese momento se desarrolló una alocada huida, mientras otros residentes los grababan con sus móviles, y el BMW fue finalmente interceptado en la calle Aragón. Dentro, había una bolsa morada con dinero, joyas y herramientas robadas. En el jardín de la casa apareció la caja fuerte, sobre una silla de ruedas con la que la estaban transportando.