Lucky tiene pocos meses de vida pero es toda una superviviente. Este cachorro de perro llegó con apenas un mes y medio a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Sant Vicenç dels Horts, en la provincia de Barcelona. Un desalmado se había intentado deshacer de ella lanzándola a un contenedor de basura, pero alguien evitó un dramático final.
La persona que rescató a Lucky de la basura no se podía hacer cargo del diminuto animal, una bolita de pelo totalmente adorable que requiere una serie de cuidados por su corta edad. Ante la vicisitud, un agente de nombre Pedro decidió que podía cuidar a Lucky durante unos días, mientras se le buscaba una casa en la que crecer y ser una perra feliz.
Pedro la llevó a su casa y le dio toda la leche que quiso y el cariño necesarios para que Lucky se olvidara de que una vez alguien la tiró al cubo de basura. Cuando llegó la hora de separarse Pedro supo que la echaría de menos, aunque tenía el convencimiento de que su nueva familia adoptiva la cuidaría bien y le daría la vida que merecía.