El menor que mató a su madre en el Arenal ha sido condenado por intentar un motín en Es Pinaret tras forcejear con una educadora para arrebatarle las llaves del centro en julio de 2019. El adolescente, en un juicio celebrado ayer en el juzgado de Menores de Palma, se declaró culpable de un delito de atentado contra agente de la autoridad y otro de quebrantamiento de condena en grado de tentativa. Otro chico que participó en el altercado también fue sentenciado.
El incidente se registró sobre las 01.35 horas del sábado 27 de julio del año pasado. Un grupo de internos preparaba un motín y eligieron a Pedro Alfonso A. Z. para que lo llevara a cabo. El adolescente era el más indicado por la gravedad de los hechos que supuestamente cometió en mayo para intimidar a la nueva educadora y quitarle las llaves del centro.
Barra de hierro
El menor en un principio se negó y más tarde un compañero se introdujo en su habitación y le dejó una barra de hierro de 60 centímetros bajo la almohada. El chico le comentó que tenía que utilizarla si la educadora se resistía a entregarle las llaves. Pedro Alfonso A. Z. volvió a rechazar la propuesta. No estaba dispuesto a protagonizar un motín, pero al final los otros reclusos le convencieron. El menor pidió a la educadora para ir al baño y cuando regresó le dijo que había bichos en su cama. La trabajadora del centro acudió a comprobarlo y se inició un forcejeo entre ambos en el que el adolescente intentó arrebatarle las llaves del resto de celdas.
La mujer pidió ayuda y los vigilantes de seguridad de es Pinaret intervinieron de inmediato y redujeron al menor, que fue trasladado hasta el módulo de aislamiento. Un grupo de internos escribió una carta explicando que comieron la cabeza a Pedro Alfonso para que iniciara un motín y que es «un cabeza de turco». La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y el adolescente reconoció lo ocurrido.
Pendientes de ser juzgados por la muerte de la mujer
Pedro Alfonso A. Z. y su pareja, quien fue puesta en libertad a principios de año, están pendientes de ser juzgados por la muerte de Gloria Zavala en s'Arenal. Los adolescentes huyeron a Barcelona tras el crimen de la mujer. Durmieron una noche en un cámping de Gavà y al día siguiente viajaron a Bélgica.
Los menores se hospedaron en el hotel Bentley, en Bruselas, durante una semana hasta que fueron localizados por la policía. Un juzgado belga autorizó la extradición a España e ingresaron en Es Pinaret y Es Fusteret.