Tenía previsto atracar una pastelería del Rafal. Aparcó el coche de empresa en la puerta, se apeó del vehículo y accedió al interior del local. Allí se encontraba la dueña del establecimiento, una mujer de 84 años, a la que amenazó con un destornillador que portaba en la mano. La intervención del hijo de la propietaria, frustró el asalto.
El hombre huyó, pero poco después fue detenido por la Policía Nacional. Este martes se celebró la vista en un juzgado de lo Penal de Palma y el procesado reconoció los hechos y se conformó con una pena de tres años y medio de prisión y el pago de una multa de 180 euros.
Los hechos se remontan a la tarde del 6 de febrero de 2019, cuando el establecimiento se encontraba abierto al público. El acusado irrumpió en el local esgrimiendo un destornillador y exigió a la mujer el dinero de la caja. No consiguió su objetivo por la intervención del primogénito de la propietaria.
Cocaína
La pena quedó suspendida y el acusado no entrará en prisión. La Fiscalía admitió que el hombre sufre una «adicción crónica a la cocaína» y le permutó la cárcel, tras alcanzar un acuerdo con su abogada, para que siga completando un programa de deshabituación a las drogas. Está internado en un centro.