Los hermanos Pablo, Zoilo, José María, Javier, Alfonso y Álvaro Ruiz-Mateos irán a juicio el próximo 30 de marzo en Palma por un presunto delito fiscal en la compra del Hotel Beverly Playa Paguera de Mallorca. La Fiscalía, que cifra el supuesto fraude en 1,9 millones de euros, pide cuatro años de prisión para cada uno y una multa de 9,5 millones.
La defensa de los seis hermanos no ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía en la vista previa convocada este martes en el Juzgado de lo Penal número 4 de Palma. El juicio terminará el 2 de abril y los acusados no se desplazarán hasta Palma, sino que comparecerán por videoconferencia desde la cárcel de Aranjuez, donde cumplen condena por otros delitos.
El juicio terminará el 2 de abril y los acusados tampoco asistirán físicamente a las sesiones. Su abogado, el letrado Juan Manuel García-Gallardo, se ha comprometido a instruir a los hermanos sobre toda la documentación del caso para evitar que tengan que desplazarse y puedan declarar por videoconferencia el primer día del juicio.
En los días posteriores declararán más de una quincena de testigos, la mayoría propuestos por la defensa. La Fiscalía ha renunciado a la testifical de un antiguo representante legal de los Ruiz-Mateos.
El fiscal Anticorrupción Juan Carrau acusa a los hijos del empresario José María Ruiz-Mateos de defraudar al Govern en el pago de un impuesto autonómico en la transmisión del hotel, que ahora reclama la Agencia Tributaria de Baleares a través de la Abogacía de la Comunidad.
Por su parte, la defensa considera que no hay delito porque entiende que la operación estaba exenta de ese tributo y que no se produjo una ocultación a la Hacienda pública. En particular, argumenta que no se trató de la compra de un inmueble sino del 100% de una sociedad que poseía dos hoteles, el Beverly Playa en Mallorca y el Beverly Park en Gran Canaria.
La defensa también señala que en la escritura el notario emitió juicio de legalidad y que además el plazo para realizar la liquidación ya se habría extinguido -la operación tuvo lugar en diciembre de 2008-. Finalmente, sostiene que los seis hermanos no eran los responsables de estas decisiones.
El pasado septiembre, durante el juicio por estafa en la compra del hotel Eurocalas de Mallorca, uno de los hermanos aseguró que tras la quiebra de Rumasa lo perdieron todo. «No tenemos nada, nuestras casas están hipotecadas, ejecutadas y embargadas; y no tenemos absolutamente patrimonio de ningún tipo, a pesar de las calumnias, estamos arruinados», declaró José María Ruiz-Mateos.
Fuentes próximas al caso han indicado que, precisamente, la carencia de recursos ha sido uno de los motivos que han dificultado llegar a un acuerdo con la Fiscalía en la vista de este lunes, puesto que la acusación solicita una elevada multa.
En el caso del hotel Eurocalas, la Audiencia Provincial condenó a los seis hermanos a penas de entre dos años de cárcel y un año y nueve meses, y a pagar, cada uno de ellos, 9.000 euros de multa. También les impuso una indemnización de 12,7 millones de euros por un delito de estafa agravada.
Por otro lado, el Tribunal Supremo modificó en octubre de 2018 la sentencia a los Ruiz-Mateos por una estafa en la compra de los hoteles Beverly, rebajando parcialmente la pena de prisión al anular la condena por el delito de alzamiento de bienes y suprimir una agravante.