Noche de Reyes detenido y en los calabozos de la Policía Nacional. Así acabó un joven, de tan solo 18 años de edad y nacionalidad española, tras protagonizar un grave y violento incidente en el interior de una conocida sala de fiestas del Paseo Marítimo de Palma.
Los hechos sucedieron en torno a las 3.45 horas de la madrugada de ayer en la zona de baños de la discoteca Club de Mar, ubicada en la avenida Gabriel Roca con muelle Pelaires de Palma.
Según las primeras hipótesis de la investigación, a cargo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, los hechos sucedieron cuando un chico de 18 años le estampó un vaso de cristal en el rostro a un cliente del citado local de ocio nocturno tras haber mantenido previamente una acalorada discusión. Como consecuencia del impacto, la víctima sufrió un importante corte en el cuello precisando ser trasladada en ambulancia de urgencia hasta el hospital de Son Espases.
Los motivos de la agresión
El relato de numerosos testigos presenciales facilitados a los investigadores del caso apuntan a que, el presunto agresor, se encontraba en el interior de la discoteca y, por causas que se desconocen y que están siendo objeto de análisis por parte de los funcionarios policiales responsables del caso, el joven comenzó a mofarse y reírse del hombre que poco después resultaría agredido. Se trata de un hombre de nacionalidad española de mediana edad y cuyo comportamiento en el establecimiento fue correcto.
En un momento dado de la noche de Reyes, sobre las 3.38 horas, el chico de 18 años no cesaba de mofarse, realizar aspavientos, lanzar frases despectivas e incluso mostrar una actitud chulesca y provocativa. Cuando éste entró en la zona de los baños con la intención de recriminar al joven su comportamiento y pedirle explicaciones de la actitud que mostraban frente a su persona, se inició una acalorada discusión. Poco a poco, el tono de voz fue creciendo hasta que llegaron a las manos iniciándose un forcejeo. En el transcurso del mismo, el chico cogió un vaso de cristal y se lo estampó directamente en el rostro. Fruto del impacto el vaso se rompió provocándole un corte muy profundo en la parte inferior de la oreja (cuello). A partir de ese instante se vivieron unos minutos de cierto nerviosismo y tensión. La herida no paraba de sangrar de forma abundante y el baño se tiñó de rojo. Acto seguido, el agresor se emprendió la huida a la carrera. Rápidamente, agentes de la Policía Nacional y una ambulancia medicalizada del SAMU-061 se personaron en el lugar y se hicieron cargo del auxilio del paciente.
Arresto
En cuestión de minutos, los policías ya disponían de una completa descripción del acusado y las declaraciones de numerosos testigos. Tras radiar por la emisora policial la petición de búsqueda, una patrulla conseguía localizar y detener al sospechoso en una de las calles adyacentes del lugar de la agresión.