«Cuando salgas y te vayas a tu coche aparcado ahí fuera, (ofreciendo datos concretos del mismo), te cogeré, te violaré y después te rajaré». Con estas palabras se dirigió un marroquí, en el cuartel de la Guardia Civil de Inca, a una agente que participó días atrás en su detención tras protagonizar varios altercados en establecimientos de la localidad.
Por estos hechos, ocurridos el pasado día 1 de diciembre, la Fiscalía solicita para el hombre dos años de prisión por un delito de amenazas. Está previsto que el juicio se celebre en los próximos días en Vía Alemania. El varón fue detenido en las mismas dependencias de la Benemérita e ingresó en la cárcel de Palma tres días después.
Cuartel
Según el escrito de acusación pública, el imputado irrumpió el 1 de diciembre sobre las 15.30 horas en las dependencias de la Guardia Civil. Sabía que a esa hora estaría una de las personas que le detuvo hacía unos días: una agente que le había detenido y a la que había estado vigilando. Una vez en el interior del cuartel accedió a un cuarto, donde la funcionaria atendía a dos personas, y empezó a dirigirse a ella en un tono muy desagradable. Según el ministerio público, en ese momento le dijo «¿Qué pasa, ahora sí te pones chulita? Cuando te viole no te pondrás tanto, pedazo de zorra hija de puta». La agente, manteniendo el tipo, le dijo que se marchara de ahí, pero no lo consiguió. El individuo siguió con sus amenazas. «Cuando salgas y te vayas a tu coche aparcado ahí fuera, te cogeré, te violaré y después te rajaré». Tras esto huyó a la carrera del cuartel.
Tres días después fue detenido y tras ser puesto a disposición judicial se decretó su ingreso en prisión. El juicio por estos hechos, constitutivo de un delito de amenazas, según la Fiscalía, tendrá lugar en los próximos días en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania. El ministerio público pide dos años de prisión para el imputado, que se encuentra en situación irregular en España y cuenta con una larga lista de antecedentes.
Un individuo «muy agresivo»
El protagonista de tan desagradable hecho no es un desconocido para los cuerpos policiales. Ha sido detenido en varias ocasiones y es, según los investigadores y vecinos, «muy agresivo».
Su penúltimo arresto fue a finales del mes pasado por protagonizar un altercado en un bar de la localidad e intentar agredir a varios agentes al intentar ser reducido. Dos días después volvió a la carga repitió la escena y de nuevo fue detenido. Y también puesto en libertad.