Ángel Galdón es un hombre roto de dolor. Este ganadero mallorquín ha sufrido la muerte de unas 17 ovejas y otras 15 aproximadamente han resultado gravemente heridas.
«Nosotros tenemos cerca de un centenar de ovejas en la finca de Son Ferreret, en sa Casa Blanca (Palma). El sábado, un vecino nos avisó de que dos perros estaban matando a nuestros animales. Cuando llegamos nos encontramos una auténtica carnicería. Ovejas y corderitos muertos y otros muchos gravememente heridos», apunta Ángel.
Tras alertar a la Policía Local de Palma y al Seprona de la Guardia Civil, el dueño de la ramadería señala que estos no acudieron al lugar. «Hemos tenido que montar guardia toda la noche, pero al final hemos ‘cazado' a los perros y descubierto quien es su dueño. Se trata de un vecino que tiene la finca colindante a la nuestra. De hecho, tenemos fotos del agujero por donde entran y salen los canes», señala Galdón.
Los denunciantes señalan que los perros (mezclados de raza boxer) regresaron de nuevo unas horas más tarde del primer ataque, pero «como estábamos haciendo guardia conseguimos evitar que siguieran matando ovejas», concluyen.
A media mañana del domingo, la Policía Local acudió a la finca y levantó acta de lo sucedido. Unas horas antes, las víctimas habían acudido a la Policía Nacional para interponer la pertinente denuncia. Personal de Naturapark también acudió al lugar de la matanza y activaron el protocolo establecido en estos casos. Algunas de las ovejas y corderitos serán sacrificadas.