Al menos siete personas han muerto y otras trece han resultado heridas este miércoles a causa de una explosión de una fábrica de fuegos artificiales ubicada en la localidad china de Liuyang (centro), según han confirmado las autoridades.
Según las informaciones recogidas por la agencia de noticias Xinhua, la explosión ha tenido lugar a causa de la «producción ilegal» en las instalaciones, sin que haya más detalles al respecto.
Los directivos de la fábrica han sido detenidos mientras las autoridades llevan a cabo las investigaciones pertinentes en torno a las causas del suceso.
China cuenta con varios casos de accidentes de seguridad laboral importantes y cada uno de ellos normalmente ha desencadenado una campaña de inspección a nivel nacional dirigida a erradicar las violaciones y castigar a los funcionarios por eludir sus deberes de supervisión.