La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas, tres hombres y una mujer de entre 26 y 28 años, en una operación contra los grafitis en vagones de tren realizados en puntos de España y Europa, incluido Baleares, con daños económicos para empresas y el erario público que se estiman en más de 6 millones de euros.
Según informa la Guardia Civil en una nota de prensa, la operación ha puesto al descubierto a un grupo delictivo que podría estar relacionado con grafitis en más de 2.000 unidades de ferrocarriles, tanto en España, -Cantabria, Asturias, Burgos, País Vasco, Valencia, Madrid e Islas Baleares-, como en países como Italia, Alemania, Rumanía, Portugal, Holanda, Francia y Suecia.
Dos de los detenidos residían en Burgos, otro en Vizcaya y el cuarto en Toledo.
La supuesta participación de los detenidos consistía, según la Guardia Civil, en que los hombres realizaban las pintadas mientras la mujer se encargaba de funciones logísticas o de grabar imágenes.
Las investigaciones comenzaron a finales de junio cuando tres hombres realizaron grafitis de firmas o «tag» en vagones del tren Transcantábrico que en ese momento se encontraba en la estación de Unquera (Cantabria).
Con las imágenes obtenidas del momento en que se realizaban los grafitis, los agentes pudieron identificar rasgos de los autores, que unido a otras actuaciones policiales, sirvió para poder identificar a estas tres personas.
Dos de ellas residían en Burgos y Vizcaya, se conocían desde hace años, e incluso ya habían sido detenidas juntas anteriormente por este tipo de prácticas.
Después, la Guardia Civil pudo establecer conexiones entre los cuatro detenidos, como viajes juntos, tanto en España como al extranjero, e identificaciones en lugares próximos a grafitis, lo que hizo sospechar de la existencia de una organización dedicada a cometer estos actos.
Establecida la identidad de los presuntos autores de las pinturas en el tren Transcantábrico, los investigadores sospecharon que podían haber realizado otros hechos similares.
Por este motivo se puso a disposición del Departamento de Grafística del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil una fotografía con uno de los «tag» como prueba indubitada, así como fotografías aportadas en denuncias de grafitis en trenes en Cantabria en 2018 y 2019, con la misma firma.
El Departamento de Grafística realizó un estudio novedoso de cotejo de las pruebas que concluyó que el autor de esa firma era la misma persona en todas las imágenes aportadas. Y le atribuyeron en ese momento 17 pintadas en trenes de Cantabria, con daños denunciados que superaban los 65.000 euros.
También se practicaron dos registros en Burgos, uno en la vivienda en la que residía el considerado más activo grafitero del grupo, así como en el domicilio de la mujer que le acompañaba y realizaba las funciones logísticas.
Se intervinieron más de 2.000 fotografías en papel de pintadas en trenes, gran parte con el «tag» de este grafitero, así como ordenadores y memorias de almacenamiento con más material gráfico.
También se han encontrado bocetos, tanto con la firma actual de este grafitero, como de otros «tag» que utiliza, además de ropas con restos de pintura y botes de spray.
En el registro realizado en la vivienda del vecino de Burgos se intervinieron también casi 3 kilos de cogollos de marihuana y varias tabletas de hachís, básculas y material para dosificar la droga.
Los agentes sospechan que esta persona traficaba para financiar su actividad grafitera.
La investigación continúa abierta dada la gran cantidad de imágenes y pruebas, al tiempo que se están recopilando denuncias de Renfe y de transportes urbanos de metro.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de San Vicente de la Barquera (Cantabria).