Una jueza ha absuelto a un camionero acusado de arrollar a un marinero en el buque Fortuna, de la empresa Baleària, en el puerto de Palma en 2012. La magistrada considera que no ha quedado acreditado que el atropello fuera causado por una conducta voluntaria y consciente.
Los hechos se remontan a las 7.30 horas del 6 de agosto. La víctima se encontraba trabajando a bordo del barco, que había realizado la ruta que discurre entre los puertos de Barcelona y Palma. La embarcación acababa de atracar y transportaba vehículos en su bodega. El acusado pasó con una de sus ruedas por encima del pie izquierdo del perjudicado. La Fiscalía solicitaba una condena de cuatro años de cárcel y la acusación particular reclamaba una indemnización de 449.082 euros.
«Una vez se ha valorado la poca credibilidad del perjudicado y los testigos resulta, además, que la declaración del acusado sobre los hechos no es irracional ni imposible. Así, podría ser cierto que el camionero atropelló sin querer al marinero mientras este perseguía su camión en marcha, que circulaba a escasa velocidad, saltando para dar golpes en la ventanilla del piloto», indica la magistrada del juzgado de lo Penal número 7 de Palma.
El camionero, defendido por el abogado Jaime Campaner, reconoció que mantuvo una discusión con el denunciante después de que le prohibiera acercarse a su vehículo, que estaba estacionado en la bodega del barco. El acusado explicó en el juicio que en el momento del atropello no vio a la víctima y que no se dio cuenta de nada.