Los tres tuiteros que han sido juzgados este lunes en Valencia por supuestos delitos de odio y contra la integridad moral de un niño aficionado a los toros, fallecido por un cáncer en abril de 2017 y a quien desearon la muerte en diversos mensajes en redes sociales, han pedido perdón a sus familiares durante el juicio.
Según ha informado a Efe el abogado Manuel Carlos Merino, que representa a la Asociación Nacional Afectados Internet y Nuevas Tecnologías (Anfitec) y que ejerce de la acción popular contra dos de los tres procesados, todos ellos han pedido disculpas durante la primera y única sesión del juicio, que ha quedado visto para sentencia.
La causa fue abierta por el Juzgado de Instrucción número 5 de Alzira (Valencia) a raíz de los comentarios ofensivos dirigidos en redes sociales al niño Adrián Hinojosa contra tres tuiteros: una mujer de Eibar que reside en Elgoibar (Guipúzcoa), un joven ecuatoriano residente en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y otro gaditano que reside en Valencia.
La polémica en torno al caso comenzó a raíz de que el niño, de 8 años y enfermo de cáncer, hiciese el paseíllo y saliese a hombros de la plaza de toros de Valencia cuando se celebró un festival benéfico en favor de la Fundación Oncohematología Infantil, en octubre de 2016.
La Fiscalía y la acusación que ejerce la familia del menor dirigen su acción contra los tres tuiteros, mientras que Anfitec únicamente contra dos, por considerar que el mensaje del joven que reside en Valencia entra dentro de los parámetros de la «libertad de crítica».
Uno de los tuiteros, el residente en Valencia, publicó el siguiente mensaje: «Qué gasto más innecesario se está haciendo con la recuperación de Adrián, el niño este que tiene cáncer y que quiere ser torero y cortar orejas. No lo digo por su vida, que me importa dos cojones, sino porque probablemente esté siendo tratado en la sanidad pública, con mi dinero».
La encausada publicó: «No voy a ser políticamente correcta. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda ya. Adrián vas a morir».
El tercero, residente en Sant Boi, expuso: «Patético es que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal, ojalá el Adrián mate a vuestra madre y se muera».
Todo ello, según el fiscal «a sabiendas de que Adrián era un menor de edad, estaba enfermo de cáncer y era un gran aficionado a los toros», por lo que considera estas palabras como un delito contra la integridad moral.
A diferencia del criterio del fiscal, las acusaciones particulares defienden que estos comentarios constituyen un delito de odio y, además, la familia incluye el de injurias graves, y pide un año de prisión para cada uno y una indemnización conjunta de 9.000 euros por perjuicios y daños morales.
Los padres del niño, que ejercen la acusación particular, reclamaban una pena de 3 años de prisión y una multa de 3.600 euros y una indemnización de 30.000 euros, si bien al final de la vista se han adherido al informe de la fiscal de delitos de odio, Susana Gisbert.
La acusación particular también ha rebajado su petición de pena inicial, que era de tres años de prisión, a un año y seis meses, más una multa diaria de 40 euros para la tuitera vasca y de 10 euros para el segundo de los procesados al que acusaban, durante 10 meses en ambos casos.
Los dos procesados varones han hecho uso del último turno de palabra y se han dirigido al padre del menor fallecido, Eduardo Hinojosa, que estaba presente en la sala, para pedirle perdón; mientras que la tercera acusada, en su declaración, ha dicho que eliminó el mensaje a los 10 minutos de su publicación y también se ha mostrado arrepentida.