El empresario mexicano Alonso Ancira, conocido como ‘el rey del acero', se queda en Mallorca. «Aquí me siento protegido por las leyes, confío en la Justicia de este país. este martes negué mi extradición y decidí seguir aquí el proceso», explica este miércoles, a la salida de los juzgados de Palma.
El propietario de la siderúrgica Altos Hornos de México (Ahmsa) no quiere volver a su país. «Ni aunque me regales el billete», bromea. Ancira, de 67 años, fue detenido el pasado 28 de mayo en el aeropuerto de Palma tras una reclamación de la Fiscalía mexicana por presuntos delitos de corrupción y blanqueo. El empresario ingresó en prisión por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que un mes después le impuso una fianza de un millón de euros.
El propietario de Ahmsa pagó y quedó en libertad el 1 de julio con una serie de medidas cautelares: Comparecencias cada dos días en el juzgado, prohibición de salir de España y retirada del pasaporte. El martes pasado acudió de nuevo a la Audiencia Nacional, negó las acusaciones de México ante el juez y rechazó la extradición a su país.
La investigación contra Ancira comenzó por una denuncia de Petróleos Mexicanos (Pemex) presentada el 5 de marzo por supuesto «grave daño patrimonial» a la compañía. Los delitos que se le atribuyen están relacionados con el presunto sobreprecio en la venta de una planta de fertilizantes a Pemex en 2013. La venta de esa planta, según los investigadores, fue sellada con un sobreprecio de 500 millones de dólares por Ahmsa cuando Pemex la dirigía Emilio Lozoya, que está en busca y captura.
«Es una vendetta política, definitivamente no tiene ningún fondo jurídico. No es vender naranjas. Participaron decenas de personas, bancos, compañías evaluadoras, empresas constructoras... La valoración de la venta que se hizo fue mucho más alta que la que yo hice». ‘El rey del acero' se encuentra a gusto en España. «El presidente de México, López Obrador, congeló todas las cuentas de mi empresa», lamenta.
20.000 trabajadores a su cargo
Alonso Ancira compró, junto a Xavier Autrey, la mayor siderúrgica del país, Altos Hornos de México (Ahmsa), en el año 1991. ‘El rey del acero' contaba con más de 20.000 trabajadores a su cargo y fue el primero de una larga lista de políticos y empresarios a los que la Fiscalía mexicana está investigando. El propietario de Ahmsa, defendido por el abogado Josep Zaforteza, acude cada dos días a firmar a los juzgados de Vía Alemania de Palma.