El asesinato de Ana Kriégel, de 14 años, ha conmocionado a la sociedad irlandesa. El cuerpo de la víctima fue hallado en mayo de 2018 y justo un año después un jurado popular ha condenado a dos menores por el crimen. Ambos se han convertido en las personas más jóvenes condenadas por un asesinato en la historia del país, según informa The Irish Times.
Tal y como señala el medio, en la ropa y en las mochilas de los chicos apareció sangre y ADN de la víctima. Uno de los condenados convenció a Ana para que fuera con él a una casa abandonada en un barrio periférico de Dublín. En ese lugar esperaba su compañero, disfrazado con una careta de zombi y con un palo y un bloque de cemento. El chico disfrazado violó a la joven y la asesinó a golpes, mientras el otro detenido no hacía nada para evitarlo. En ese momento los chicos tenían 13 años, y la víctima 14.
Ana Kriégel fue hallada desnuda y con múltiples signos de violencia. Una cámara de videovigilancia situó a los menores en el lugar de los hechos, aunque ambos se han declarado inocentes. Sus contradicciones y los testimonios de los padres han sido determinantes para la sentencia.
La familia de la joven fallecida ha querido agradecer la labor de la Policía irlandesa y la rapidez con la que ha actuado. Por su parte el padre de uno de los condenados, al escuchar el veredicto, pegó un portazo mientras gritaba: «¡Un niño inocente va a ir a la cárcel!».