«Hemos vuelto a nacer». Así se mostraba este lunes desde el hospital de Son Espases Gavin Dymock, uno de los heridos que dejó el grave accidente ocurrido el viernes en la autopista de Inca. Dos vehículos colisionaron de manera frontal y un tercero no pudo esquivarlo.
Como consecuencia del siniestro, Gavin, un joven británico que fijó su residencia en Mallorca hace cuatro años, sufrió la rotura de la cadera, de varias costillas y del fémur. Aun así, se encuentra en planta desde el mismo día de los hechos. Iba de copiloto con su jefe.
Ambos se dirigían a Pollença desde Son Caliu para trabajar. Su superior no corrió tanta suerte. Se llevó la peor parte e ingresó en la UCI nada más ser extraído de su vehículo. Por fortuna, según fuentes médicas, salió del coma este lunes.
Accidente
Poco recuerda Gavin del momento del accidente. «Tengo la imagen grabada de mi jefe chillando cuando vio al Range Rover adelantando y luego llegó el impacto». Él pudo salir por su propio pie, pero poco después se desplomó en la calzada. La rápida actuación de los equipos de emergencia evitaron males mayores y afortunadamente el joven, de 26 años de edad, se recupera bien de sus lesiones.
Los hechos tuvieron lugar al mediodía del viernes. De acuerdo con los datos facilitados por la Guardia Civil, un vehículo invadió el carril contrario en el kilómetro 42 y colisionó frontalmente contra otro, que no pudo esquivarlo.
Luego, un tercer vehículo, en el que viajaban Gavin y su jefe, se vio implicado. Ambos fueron trasladados a Son Espases. Otro de los peor parados fue dirigido hasta el hospital de Muro. La carretera, en ese tramo, quedó sumida en el caos y otros conductores pidieron ayuda urgente a los equipos de emergencias, ya que había al menos dos atrapados entre los amasijos de hierros en los que quedaron convertidos los coches.
La Guardia Civil de Tráfico abrió el mismo día para esclarecer las circunstancias que rodearon el accidente.