La Policía Judicial de la Guardia Civil de Palma se trasladó este viernes a Valencia y practicó varias detenciones en relación al incendio en el carguero Grande Europa, registrado el mes pasado en aguas de Mallorca. Los agentes han confirmado que el fuego, que afectó a un centenar de coches y obligó a un enorme dispositivo de emergencia, fue intencionado.
La investigación se inició tras llegar al puerto de Palma la embarcación, que llevaba 25 tripulantes a bordo y una carga de 1.843 coches, algunos de ellos de alta gama.
El barco, de la compañía Grimaldi, sufrió dos incendios de madrugada, a 28 millas del parque nacional de Cabrera, y Salvamento Marítimo lo remolcó hasta el puerto de Palma.
Los equipos de emergencia y el Govern montaron un gabinete de crisis para evaluar la situación y finalmente se confirmó que no se habían producido vertidos.
Cuando los bomberos de Palma pudieron entrar en el interior de la embarcación el panorama que se encontraron fue dantesco: había un centenar de vehículos afectados por el fuego y los daños en el interior de la nave eran cuantiosos, sobre todo debido a las altísimas temperaturas que se alcanzaron.
Desde el primer momento quedó claro que había indicios muy sospechosos y los expertos del Laboratorio de la Guardia Civil examinaron la escena, en busca de indicios. Al parecer, se utilizaron acelerantes y las llamas tuvieron un origen claramente intencionado.
Este viernes, agentes de la Comandancia palmesana viajaron a Valencia y procedieron a la detención de varios sospechosos de haber provocado el incendio. Este sábado está previsto que pasen a disposición judicial, en aquella ciudad.