Un preso islamista radical muy peligroso de la cárcel de Palma consiguió el viernes hacerse con un pincho carcelario e intentó matar a otro interno en uno de los módulos más conflictivos. Cinco funcionarios que trataron de reducir al palestino resultaron lesionados y uno de ellos tuvo que ser trasladado a un hospital.
El grave incidente se registró el viernes, cuando los funcionarios de guardias fueron alertados de que un interno muy violento, con un amplio historial de incidentes penitenciarios, había conseguido un arma blanca y estaba intentando matar a un compañero.
Varios trabajadores acudieron al módulo, donde había unos 121 internos, y trataron de reducir al agresor, que blandía un pincho de acero de 15 centímetros. El recluso, que cumple condena hasta 2028 por numerosos delitos, atacó a todos los que se interponían en su camino y para reducirlo fue necesaria la ayuda de otros presos.
Cuando finalmente pudo ser reducido, lo trasladaron al departamento de aislamiento, pero una vez allí atacó de nuevo a los funcionarios con patadas y puñetazos e intentando morderlos. No dejaba de gritar que iba a matarlos y los trabajadores tuvieron que reducirlo por la fuerza. De los cinco funcionarios heridos, uno tuvo que ser trasladado al hospital.
El agresor también fue hospitalizado y para sacarlo del centro fueron movilizados dos dotaciones policiales de la UPR y otros agentes de la Jefatura. El preso es un FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) y ahora se investiga si otro reo de mantenimiento le pasó el pincho, que estaba formado por un tubo soldado a un destornillador. Los funcionarios de la cárcel llevan tiempo denunciando su precaria situación laboral.