Los dos tripulantes del velero Kayros ya están en prisión. Ambos, un eivissenc y un lituano, ingresaron en la cárcel de Alhaurín de la Torre tras prestar declaración en sede judicial. Lo hicieron en Málaga, a donde fueron trasladados una vez interceptados el domingo pasado, tal y como adelantó en exclusiva Ultima Hora, cuando atravesaban el Estrecho de Gibraltar. El destino de los 600 kilos de cocaína era Baleares, el mayor alijo incautado de este tipo de sustancia en las Islas. Y ya están aquí, pero donde nunca esperaban los narcotraficantes.
La droga fue expuesta este viernes en la Comandancia de la Guardia Civil en Palma. En rueda de prensa, el portavoz de comunicación del Instituto Armado, Paco Molina, explicó que el valor de lo intervenido supera con creces «los 20 millones de euros y su pureza se acerca al 100 %».
La cocaína se encontraba escondida en un baño de la popa. Para intentar ocultarla, explicó Molina, construyeron un falso tabique con un tablero marino forrado y pintado que pasaba totalmente desapercibido. «Tuvieron que desmontar parte del barco antes de dar con el alijo oculto», apuntó el portavoz de la Benemérita, a la vez que recordó que la causa se encuentra bajo secreto de sumario.
El velero inició su ruta desde Isla Mauricio, donde ya se detectó y se inició un plan de seguimiento, con la droga ya escondida junto al lavabo. Hizo escala en las Islas Azores y de ahí se dirigía a Baleares.
El despliegue del conjunto del operativo fue coordinado desde el Centro de Coordinación de Vigilancia Marítima de la Guardia Civil en Madrid y se ha desarrollado por el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Palma, el buque oceánico Río Segura y servicios aduaneros franceses y policía de Estonia.
Está previsto que un juez autorice la incineración de la cocaína en las próximas horas y el mayor alijo de la historia de esta sustancia en las Islas quede reducida a cenizas.
Antecedentes
El portavoz de comunicación de la Guardia Civil, Paco Molina, explicó en rueda de prensa que uno de los arrestados, en este caso el ciudadano nacido en Lituania, cuenta con antecedentes por delitos de tráfico de drogas. El otro arrestado, en cambio, el ibicenco, no tiene ningún caso relacionado con estupefacientes en su historial delictivo.