Los funcionarios de la cárcel de Palma están inmersos en un concurso de traslados. Más de la mitad de trabajadores han pedido a Instituciones Penitenciarias un cambio de destino. El portavoz del sindicato UGT prisiones, David Rodríguez, informa que 280 empleados tienen intención de marcharse. La plantilla del centro penitenciario de la carretera de Sóller está compuesta por cerca de 400 personas.
«Estamos hablando de funcionarios con bastante antigüedad, con experiencia, que probablemente serán sustituidos por personal en prácticas», dice Rodríguez. «Las vacantes no se cubren. Aquí faltan 70 u 80 funcionarios».
Un trabajador de la prisión de Palma que prefiere mantenerse en el anonimato matiza que la mayoría de la plantilla viene de otras ciudades, sobre todo gallegas. «Hay gente que aquí no le ata nada y quiere volver a su tierra», indica. Uno de los motivos de la posible fuga de funcionarios se debe a que hacía años que no salía un concurso de traslado. «La situación en prisiones se está poniendo muy dura para el funcionario. Estoy viendo una estampida de gente veterana a otros puestos por el creciente número de agresiones o la falta de criterio a la hora de trabajar».
Otra de las razones que han llevado a los trabajadores de la cárcel de Palma a pedir un cambio de destino es el plus de insularidad. «Aquí cobramos 60 euros y en Canarias perciben el doble. En Mallorca, con 60 euros, no te pagas ni el agua», lamenta el portavoz de UGT Prisiones.