El abogado del hombre que provocó el mayor incendio forestal de la historia de Baleares el verano de 2013 califica los hechos de imprudencia leve. El letrado explica que su cliente sufre esquizofrenia y que no podía prever las consecuencias de su conducta.
El acusado, según el escrito de defensa, hizo una torrada, en el interior de una carretilla, con unos amigos en su domicilio de Andratx la noche del 25 de julio. En torno a las tres de la madrugada dejaron la carretilla con restos de cenizas en una «zona segura». No observaron que estuvieran encendidos y decidieron marcharse a dormir. A la mañana siguiente, sobre las 09.00 horas, el hombre se despertó y estuvo paseando por el patio de su casa.
Sobre las 12.00 horas del mediodía cogió la carretilla con las cenizas y restos de la torrada y, pensando que estaba apagada, las volcó al lado de un montón de hierba seca. El hombre, a continuación, se tumbó en el sofá. Luego se presentó su hermano en su casa y le dijo que había fuego en el lugar donde depositó las cenizas. Los dos intentaron sofocar las llamas, pero no lo consiguieron y llamaron de inmediato al 112.
El escrito del abogado de la defensa sostiene que ese día las condiciones climatológicas y meteorológicas «eran adversas» y las fuertes rachas de viento favorecieron la velocidad en la propagación de las llamas, además de la tardanza en llegar de los equipos de emergencia para apagar el incendio. Los servicios de extinción tardaron once días en darlo por terminado. El fuego de la Serra de Tramuntana, que arrancó en Andratx, devoró 2.335 hectáreas.
La Fiscalía solicita una condena de siete años y medio de cárcel para el acusado por el gran fuego y una indemnización de seis millones y medio de euros por los daños ocasionados. El abogado defensor considera que se trata de una imprudencia leve y que los hechos no son constitutivos de delito.