Rosa García, regidora del Partido Popular en el Ajuntament de Calvià, no olvidará nunca el ataque sufrido por dos perros peligrosos el pasado viernes.
«Estaba paseando, sobre las 20 horas, con mi perro y el rater de mis padres por el final de la vía del Toro cuando, de repente, pude ver a dos perros de gran tamaño sueltos y sin bozal que se dirigían hacia los míos. Se trataba de dos Akita (animales catalogados como potencialmente peligrosos). En ese instante, uno de ellos se lanzó a por el rater y comenzó a morderle», relata la regidora.
«Fueron los cinco minutos más largos de mi vida. Yo intentaba abrirle la boca para liberar al pequeño, pero no podía. De hecho, el perro debido a su corpulencia, me tiró al suelo y me fracturó el radio del brazo derecho», comenta Rosa. Por fortuna, un vecino de la zona, al presenciar los hechos acudió en su ayuda. «Tengo que dar las gracias al hombre que me ayudó. Consiguió que el perro soltara al pequeño y se marchara», concluye.
El dueño de los canes es residente en la zona y, según las primeras hipótesis de la investigación, argumentó que se le habían escapado. Según los expertos, los perros grandes, corpulentos y confiados como los Akitas son más capaces de hacer daño a las personas cuando están fuera de control, debido a sus instintos de caza. Varios vecinos se interesaron por lo ocurrido y mostraron su solidaridad para con la regidora herida. «No hay perros peligrosos, hay dueños irresponsables», apuntan los expertos consultados.