La familia de Paula Fornés, la joven mallorquina que resultó atropellada mortalmente en la noche de San Juan en sa Ràpita por una conductora ebria, ha comparecido este jueves en el Parlamento Europeo para pedir más sistemas de control del alcohol al volante. Lo harán con la fuerza de las más de 100.000 firmas que han ido recabando durante todo este tiempo.
Una de sus propuestas hace hincapié en la prevención, y reclaman a las autoridades europeas que trabajen en la línea de que los países miembro legislen para instalar, a partir del año que viene, un sistema que detecte si el conductor ha bebido alcohol y, si es el caso, impedir que pueda conducir.
Han afirmado que hoy en día ya hay marcas que introducen estos sistemas en sus modelos, y que su apuesta es que esta acción se generalice, por el bien y la seguridad de todos. «Todos los sistemas de seguridad se han olvidado de uno fundamental, que es si el conductor está en condiciones para conducir», aseguran.
La sesión, que empezaba a las 9.30 horas, ha podido seguirse en directo en streaming a través de la página del Europarlamento.
Cabe recordar que los familiares más próximos de Paula estuvieron hace unos pocos meses en Madrid, en el Congreso, donde también llevaron miles de firmas acompañados por los familiares de otras víctimas de atropellos en los que el alcohol jugó un papel determinante.
Además, valoraron la reforma del Código Penal para agravar las penas relacionadas con las imprudencias al volante y accidentes de tráfico, su batalla desde que perdieran a su hija en una noche de verano.