Bartolomé decidió ir a lo grande: robar un camión grúa. Ya tenía un comprador, Ángel, por lo que el negocio tenía que ser redondo. O eso al menos creyeron, pero la cosa se complicó y acabaron los dos detenidos. Y ayer condenados. El primero a ocho meses de prisión por un delito de robo con fuerza y su ‘cliente' a seis meses de multa a razón de cinco euros diarios por receptación, sabía que lo que compraba había sido previamente robado. Entre ambos deberán abonar 3.800 euros en concepto de responsabilidad civil a la empresa propietaria del vehículo.
Según la Fiscalía, el principal acusado acudió entre septiembre y octubre de 2013 a una finca de Muro. Allí se encontraba un camión grúa Iveco Euromaster. Se subió a él y con la llave que días antes había conseguido se lo llevó. Días después recibió del otro condenado 9.000 euros a cambio del vehículo. Sabía que era robado. Este último lo revendió por 13.000 euros a una tercera persona que, defendida por Diego Marín, acabó absuelto.
Nada más conocer la empresa de la falta del camión grúa interpusieron la denuncia. El vehículo fue hallado días después y recuperado. No así la grúa, de la que nunca más se supo.
Ambos acusados reconocieron los hechos y aceptaron la pena impuesta por un juzgado de lo Penal de Palma. Para Bartolomé pedían dos años de prisión y para Ángel un año y tres meses de privación de libertad. Ambos no entrarán en prisión al quedar suspendida la condena.