El chef del restaurante Riff de Valencia, Bernd Knöller, ha señalado que el local reabrirá este miércoles porque está «en plena situación de funcionar con la máxima garantía que puede dar un restaurante» y ha aseverado que «garantiza la máxima seguridad», aunque ha admitido que «el cien por cien seguro no existe, no lo podemos garantizar ni nosotros ni ningún restaurante».
Así se ha pronunciado Knöller este martes en declaraciones a los medios, después de conocerse que el Riff reabrirá sus puertas este miércoles, 13 de febrero, tras permanecer cerrado más de veinte días después de la muerte de una clienta y la intoxicación de otras 30 personas por causas que todavía se están investigando.
«Abrimos ahora porque estoy seguro que el restaurante está en plena situación para abrir y garantiza la máxima seguridad. Han pasado dos inspecciones, una la hemos pedido nosotros mismos, para estar cien por cien seguros, aunque me he dado cuenta en este proceso que el cien por cien seguro no existe. No lo podemos garantizar ni nosotros ni ningún restaurante», ha aseverado el cocinero.
Knöller ha detallado que la Conselleria de Sanidad ha garantizado «en todo momento que no existe ninguna razón para mantener el restaurante cerrado», aunque ha puntualizado que un suceso «tan trágico» supone «un antes y un después», por lo que han incluido «un protocolo de control de puntos críticos en todo lo que conlleva el restaurante».
«No sabemos cuál ha sido la causa de esa intoxicación; la desgraciada muerte de la persona la quiero dejar aparte, porque están los profesionales que trabajan para aclarar esa situación y, de momento, sabemos que no tiene relación directa con el restaurante», ha sostenido el chef que regenta el Riff.
En este contexto, respecto a las intoxicaciones leves, ha explicado que ni Sanidad ni el propio restaurante han encontrado una causa «hasta el momento». «Tampoco sabemos si han sido las setas o si ha sido otro producto, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el restaurante está en plena situación de funcionar con la máxima garantía que puede dar un restaurante», ha dicho.
En cuanto a la procedencia de las setas, Knöller ha asegurado que las compraron a un proveedor de León, a una empresa en la que siempre ha tenido «plena confianza» y a la que compra desde hace 28 años. «Las setas estaban muy bonitas y en ningún momento pensábamos que podían ser de otro país que no fuera España, ya que comprar productos en otros países no entra dentro del contexto ni de la política del Riff; incluso, en la ficha técnica del producto que nos han mandado, no nos informaba de la procedencia», ha resaltado.
Preguntado por si las setas han sido las causantes de las intoxicaciones, el chef ha reiterado que no lo saben, aunque ha apuntado que «obviamente, como cocinero tienes sospechas, y desde el principio era una de las sospechas"; al tiempo que ha añadido que «de momento» no habrá setas en el menú.
«LO PEOR QUE PUEDE PASAR»
Knöller ha detallado que ha sido un momento «tremendamente duro» y que es «la pesadilla de cualquier restaurante, lo peor que puede pasar», aunque al ser preguntado por si se ha planteado no volver a abrir el Riff, el chef ha sido tajante: «En ningún momento».
El cocinero se ha mostrado «muy agradecido» por el respaldo de «tantos restaurantes», tanto nacionales como internacionales, y ha resaltado la «empatía» de sus compañeros de profesión, de su equipo y de su familia.
El restaurante, con una estrella Michelin, cerró el pasado 19 de febrero, tras la muerte de una mujer en la madrugada del día 17 de ese mes en su domicilio de València horas después de haber comido en el local, por lo que se abrió una investigación --también judicial-- para determinar si su muerte fue a consecuencia de una intoxicación alimentaria ya que tanto su hijo como su marido también se vieron afectados aunque de forma leve.
Los tres miembros de la familia sufrieron vómitos y diarreas poco tiempo después de comer el sábado 16 en el restaurante valenciano y aunque el padre y el menor evolucionaron favorablemente, la situación de la mujer empeoró y falleció en la madrugada del domingo, 17 de febrero.
El propio Knöller hizo público un comunicado en el que anunciaba el cierre del establecimiento hasta que se aclaren las causas de la muerte de la clienta. El chef manifestó entonces su «profundo pesar» por lo sucedido y explicaba que tomaba esa decisión «hasta que las causas queden establecidas y pueda reanudarse la actividad con plenas garantías, tanto para el personal como para todos los clientes».
31 INTOXICADOS
Según el último balance de la Conselleria de Sanidad, se registraron 31 casos de intoxicación tras comer en el restaurante, entre los que se incluyen los tres miembros de la familia afectada. La Conselleria entrevistó a 85 personas que comieron en el restaurante en los cuatro días previos al sábado 16 y en ese mismo día.
La clínica de todos los casos, excepto en la fallecida, fue sintomatología «muy leve», principalmente vómitos y con buena evolución. Inspectores de seguridad alimentaria realizaron el pasado 18 de febrero una visita al establecimiento para estudiar sus condiciones y no detectaron deficiencias relacionadas con factores que hubiesen podido contribuir a la toxiinfección.
La investigación sigue abierta a la espera de conocer una información concluyente. En un principio, se barajó la hipótesis de que la causa fueran unas setas colmenillas comercializadas por una empresa leonesa.