El acusado de provocar un incendio en un piso de Sant Antoni de Portmany (Ibiza), que se extendió a todo el edificio, ha reconocido este lunes durante el juicio en la Audiencia Provincial que causó el fuego, pero ha sostenido que fue accidental y se ha defendido señalando que intentó apagarlo con una toalla.
Interrogado por el fiscal, el acusado ha negado reiteradamente que el incendio fuera intencionado, y ha explicado que en el momento de los hechos había bebido y que había vertido acetona sobre un colchón cuando estaba utilizándola para limpiarse manchas de tabaco de las manos.
Con todo, en el juicio se ha reproducido la grabación de la llamada que hizo al 112, en la que reconoció que había sido él quien había «metido fuego» a la casa por «desprecio» y por «despecho», y dijo a la operadora que se iba a «entregar».