Las mascotas en muchas ocasiones dan muestras del especial apego que tienen a sus dueños. Este es el caso de Nala, la perra del futbolista Emiliano Sala, que sigue esperándolo pacientemente desde que desapareciara su avión, según reveló en un tuit recogido por el canal 24HDeportesTVN su hermana Romina.
La avioneta en el que viajaba Sala junto a otras dos personas desapareció en el Canal de la Mancha el pasado 21 de enero, según reveló el club de fútbol Cardiff City. La aeronave viajaba desde Nantes, en Francia, hasta Cardiff.
El Cardiff City fichó a Sala, de 28 años de edad, por 15 millones de libras (16,9 millones de euros) tras las negociaciones con el Nantes.
Cuando se conoció el fichaje, el argentino dijo que tenía muchos deseos de empezar el entrenamiento con el club galés y de conocer a sus nuevos compañeros del equipo.
El futbolista argentino sintió miedo al subirse a la aeronave, como consta en un mensaje de audio en el que afirmó: «¡Qué miedo que tengo!».
Así consta en un audio que Emiliano Sala grabó desde la misma avioneta y que ha sido difundido por medios argentinos, coincidiendo con la noticia de su desaparición, una noticia que ha golpeado a todo el mundo del fútbol, especialmente a aquellos que en alguna ocasión compartieron vestuario con el ariete de Rosario.
Sala desempeñó parte de sus inicios en el mundo del fútbol en Mallorca, más concretamente en la Soledad.
Pasó una temporada en el club casi centenario de Palma a la edad de 15 años, poco después de llegar a nuestro país. Antes había jugado en el San Martín de Progreso en la provincia de Santa Fe (Argentina).
En el barrio de la Soledad todavía hay quien guarda un grato recuerdo de él, y por ejemplo Deportes Cuatro entrevistó a Llorenç Julià, su entrenador mallorquín, quien todavía posee fotografías con el delantero argentino, que triunfó en la Liga Francesa antes de convertirse en el fichaje más caro de la historia del Cardiff.
David Mearns, jefe del equipo privado de búsqueda submarina que encontró en el fondo del Canal de la Mancha el avión en el que viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala pidió que se refloten los restos aunque el coste sea elevado.
«Es caro, pero ¿qué importa el dinero frente al deseo de dos familias?», aseguró Mearns en una entrevista que publica este martes el diario francés L'Équipe.
Agregó que sacar los restos del fondo del mar «puede permitir encontrar indicios de lo que pasó» y que «ahora que ya no hay esperanzas de encontrarlos con vida» puede contribuir a que las familias hagan el duelo.
Financiado por la aportación particular reclamada por la familia de Emiliano Sala para proseguir la búsqueda del futbolista desaparecido el pasado día 21, el equipo de Mearns desplegó un pequeño barco de 19 metros en una zona del Canal de la Mancha, cercana a la isla anglo-normanda de Guernesey.
Fueron ellos los que, ayudados por un radar, encontraron los restos del aparato, que posteriormente fue filmado por robots submarinos enviados desde un barco de mayor tamaño enviado por las autoridades británicas para participar en las labores de búsqueda.