Un hombre ha sido detenido en Valladolid con más de 40.600 archivos de carácter pedófilo de extrema dureza, un individuo que utilizaba una red privada de intercambio rápido y seguro de archivos a la que sólo se podía acceder a través de una invitación previa.
Al parecer, para realizar conexiones de un modo seguro y garantizar su anonimato, el ya detenido recurría a la vulneración de redes WiFi de sus vecinos para realizar conexiones de un modo seguro y garantizar así su anonimato, según detalles aportados por la Policía Nacional.
Los agentes han constatado además que presumía en Internet de mantener relaciones sexuales con su hija menor de edad, sin que realmente se hayan llegado a producir esos hechos.
Según han relatado las mismas fuentes, la investigación comenzó a finales de 2015 cuando, a través de Interpol, los agentes recibieron una comunicación procedente de la policía suiza en la que se indicaba que habían detectado a un usuario ubicado en España con «multitud» de archivos de explotación sexual infantil a disposición de sus contactos en Internet.
Tras la investigación inicial, desarrollada con la información recibida de Suiza, los agentes no lograron definir su localizaciónexacta debido a las fuertes medidas de seguridad que adoptaba.
Meses después, y también vía Interpol, la policía alemana emitió una nueva comunicación acerca de lo que en un principio indicaba ser otro usuario de esta misma red, también ubicado en España, y que, del mismo modo, contaba con una «ingente» cantidad de archivos ilegales que ofrecía a modo de intercambio a sus contactos.
Toda la información con la que se contaba hasta el momento fue analizada utilizando un software específico, que permite identificar las conexiones que realizan los usuarios que distribuyen archivos de pornografía infantil a través de esta red.
Al consultar el historial de estas conexiones realizadas, los investigadores comprobaron que desde las direcciones IP utilizadas por él, también se había accedido a las cuentas del primer usuario que estaba siendo investigado desde el año 2015. «De esta manera se determinó que se trataba del mismo objetivo, además de identificar otras tres cuentas de las que hacía uso con el mismo fin de realizar intercambios de material audiovisual con pedófilos de todo el mundo». han explicado las mismas fuentes.
También se pudo verificar que el detenido recurría al uso de aplicaciones específicas y malware para descifrar las contraseñas de seguridad de las redes WiFi de su entorno cercano, en este caso de sus vecinos. Así realizaba las conexiones de un modo más seguro y garantizaba su total anonimato, lo que dificultó la labor policial al no poder centrar con exactitud su ubicación.
De forma paralela, y en otra investigación contra la distribución de pornografía infantil en una red social que se había saldado con la detención de un hombre en Canarias, se detectaron conversaciones entre éste y el usuario que estaba siendo investigado en las que se referían de forma pormenorizada a episodios de violaciones a diversos menores de edad, uno de ellos de 9 años.
Los agentes realizaron «numerosas gestiones» para identificar a este individuo hasta lograr averiguar su identidad y descubrir su actividad oculta en redes sociales y en foros de internet de temática sexual infantil y tuvieron conocimiento de la «gran cantidad» de comentarios que publicaba, «presumiendo acerca del amor prohibido que vivía con su hija menor y en los que también compartía consejos con otros hombres acerca de cómo tratar a las niñas e iniciarlas en el amor paterno-filial».
Con toda esta información los agentes lograron averiguar la localización exacta del investigado en Valladolid y procedieron a su detención. Tras la entrada y registro de su domicilio se intervino un disco duro en el que se almacenaban 40.646 archivos de material de explotación sexual infantil de «extrema dureza» además de su teléfono móvil desde el que accedía a los foros en los que efectuaba la publicación de los comentarios de incesto.
La Policía ha significado que la colaboración con la policía suiza y alemana, vía Interpol, ha resultado «clave» para dar con su ubicación en España.