Un hombre se ha prendido fuego este viernes en Plaza Wenceslao, en el centro de Praga, por razones que aún se desconocen, coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte del joven Jan Palach, que hizo lo mismo con la intención de propiciar la caída del régimen comunista.
Según testigos citados por Radio Praga, un hombre de 54 años se ha rociado con una sustancia inflamable y se ha prendido fuego. Las personas que pasaban por allí en ese momento han apagado las llamas, si bien el hombre ha sufrido quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo y se encuentra en un coma inducido.
«Le he visto desde la distancia, me he acercado y me he dado cuenta» de lo que pasaba, ha dicho una joven desde el lugar de los hechos. «He empezado a apagar el fuego, intentando mojarle. Tenía gasolina, se podía oler», ha comentado a Reuters.
Por ahora, se desconocen los motivos que le han llevado a quemarse a lo bonzo. Sin embargo, esta acción es la misma que Jan Palach, estudiante de economía y filosofía de la Universidad Carlos de Praga, llevó a cabo el 16 de enero de 1989 con el objetivo de desencadenar una reacción contra el régimen comunista.
Palach dejó una carta en la que se definía como «la antorcha número 1», alentando así a otros a seguir sus pasos. En las semanas siguientes se produjeron incidentes similares en otras ciudades de Checoslovaquia y en otras repúblicas soviéticas.
En el 20º aniversario de su muerte, miles de personas regresaron a las calles de Praga para expresar su rechazo al Gobierno. Fueron dispersados con violencia, pero meses después el régimen comunista caía con la Revolución de Terciopelo. «Esto era exactamente lo que él quería», ha señalado a Reuters el historiador checo Petr Blazek.