Sentimiento de «impotencia» en Emaya tras el último caso de incendio de contenedores en Palma. Alrededor de 300 depósitos de basura se han visto afectados por el afán incendiario del pirómano en los últimos doce meses, 300.000 euros públicos quemados, y la empresa municipal descarta cualquier actuación, como la incorporación de contenedores ignífugos, más allá de la reposición de los afectados y la colaboración estrecha con la policía en «las diferentes líneas de investigación» que hay abiertas. Así lo ha explicado la presidenta de Emaya, Neus Truyol.
En los últimos años otras ciudades españolas se han visto afectadas por la quema de contenedores, como es el caso de Almería. En el período de un año ardieron en aquella ciudad 156 depósitos. La solución fue la sustitución por otros antiincendios. Se hizo en una zona de la ciudad, donde se concretaba el 95% de los casos.
Neus Truyol descarta de plano esta opción. «El coste es altísimo y el gasto imposible. En algunas ciudades se han instalado, pero hay que aclarar que en puntos concretos. Todas las ciudades de España, y también en Europa, tienen los contenedores del mismo material que los de Palma».
La presidenta de Emaya asegura que no se han planteado «ningún cambio. Acabamos de comprarlos y se han invertido 5 millones de euros en estos contenedores, que recordemos son los estándar». Truyol lamenta lo que está ocurriendo y recuerda que «las víctimas de estos actos vandálicos somos todos los ciudadanos».
Palma cuenta con alrededor de 5.000 contenedores. Desde la Navidad de 2017, se han quemado intencionadamente alrededor de 300. Alrededor de 1.000 euros es el coste de reposición de cada depósito.