Un trabajador que mató a un compañero de un puñetazo en junio de 2015, en Palma, ha sido condenado a dos años de cárcel. El acusado se declaró culpable de un delito de homicidio imprudente ayer en un juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 5 de la ciudad. La jueza tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de intoxicación etílica ya que había bebido alcohol cuando agredió a la víctima.
El abogado defensor pidió la suspensión de la pena de cárcel y la fiscal no se opuso con la condición de que abone 14.500 euros de indemnización a la madre del fallecido.
El hombre no ingresará en prisión si no comete ningún delito en los próximos dos años. El administrador único de la compañía deberá pagar 3.500 euros de responsabilidad civil a la madre de la víctima.
El acusado se encontraba con su compañero en el local de la empresa para la que trabajaban, situada en la calle Costa i Llobera de Palma, sobre las cuatro y media de la tarde del 19 de junio del citado año.
El Ministerio Público recoge en su escrito que ambos iniciaron una discusión por temas laborales. El procesado, muy agresivo, se quitó la camiseta en actitud desafiante. El administrador único de la empresa, de consultoría energética, y el jefe de equipo estaban presentes en la riña.
La víctima, al salir a la calle, se encendió un cigarro y dijo al agresor que no quería pelear. El acusado, de forma sorpresiva, le propinó un puñetazo en la cara. El perjudicado cayó de espaldas al suelo, inconsciente, y sufrió una parada respiratoria.
Los equipos sanitarios consiguieron reanimarlo y una ambulancia lo trasladó en estado crítico a Son Espases con un traumatismo craneoencefálico grave. El hombre murió una semana más tarde en el hospital. Tenía 35 años.