La conductora que atropelló mortalmente este martes a un menor de 14 años en Ibiza dio positivo en el test de drogas, por lo que podrá ser imputada por homicidio imprudente y conducción bajo los efectos de estupefacientes, según ha confirmado la Guardia Civil.
En el turismo que arrolló al chico en la carretera de Santa Eulària a las 22.30 horas del 1 de enero viajaban una familia compuesta por un hombre, una mujer y un menor.
Aunque en un principio dijeron que el conductor era el hombre, quien dio negativo en las pruebas de drogas y alcohol practicadas, ante la sospecha de los agentes, la mujer reconoció que iba al volante en el momento del accidente.
Por ello, también se le practicaron las pruebas de drogas y alcohol, dando positivo en el test de estupefacientes, en concreto, en metanfetamina, resultado que deberá ser corroborado de forma definitiva en el laboratorio.
El atropello tuvo lugar en la carretera de Santa Eulària (EI-300) en el kilómetro 7,400 de la vía, a la altura del restaurante Can Beya, cuando el joven cruzaba la calzada, de noche y con ropa oscura, después de trasladar, al parecer, una maleta de un coche a otro.
Una ambulancia UVI móvil se trasladó hasta el lugar pero nada se pudo hacer por salvar la vida del joven que falleció a causa de las gravedad de sus heridas.
Desde el instituto armado han detallado que si bien en un principio se había considerado que la responsabilidad del accidente era del peatón, por cruzar la carretera por un lugar inadecuado, tras el resultado del test de drogas, la conductora podrá ser imputada por homicidio imprudente.