La Audiencia Provincial ha ratificado la condena de dos años de cárcel a un guardia civil que golpeó a un compañero con un vaso, en un bar del Paseo Marítimo de Palma, en septiembre de 2013. El agresor indemnizará a la víctima con 109.379 euros.
La defensa del acusado recurrió la sentencia del juez de Penal 3 al considerar que no quedó demostrado que las heridas que sufrió el denunciante se produjeran a causa de la agresión del agente. El letrado se basa en la declaración de un forense que dijo que los cortes que presentaba podían ser compatibles con un cristal roto que estaba en el suelo.
Un tribunal ha desestimado el recurso. «La valoración de la prueba que realiza el juzgador se advierte lógica, racional y acorde con el resultado».
La agresión ocurrió el 1 de septiembre. El acusado recriminó al perjudicado que molestara a su novia y a varias amigas. El agente le propinó un golpe en la frente con un vaso de cristal que se rompió cuando la víctima levantó la muñeca izquierda para tratar de repeler el impacto.
El herido se verá afectado en todas las actividades de su vida que impliquen aplicar fuerza o tensión con esa mano.