Las imágenes de una cámara de grabación de un ascensor permitieron a un hombre australiano defenderse de las acusaciones de maltrato de su esposa, quien según informa 'The Sun' había urdido un plan para hundirle la vida.
Faisal Khan conoció a una mujer en una agencia de citas para musulmanes, una cita que fructificó y se casaron. Poco podía saber entonces que acabaría pidiendo a las autoridades que la deportaran.
Alguna vez había pensado que Asmae, su esposa, estaba más interesada en él como salvoconducto para obtener la ciudadanía australiana que por su persona, de modo que puso su caso en manos de profesionales.
Al parecer, al conocer ella que su marido había acudido a un abogado decidió vengarse y una noche, al llegar a casa, Khan lo encontró todo patas arriba. Asmae dijo que lo sabía todo, se encerró en el ascensor y empezó a golpearse a sí misma. Su intención era denunciar que su marido había sido el causante de sus lesiones y de hecho la policía llegó a detenerle.
Llegaron a juicio y las imágenes del ascensor fueron determinantes para darle la razón al hombre.