Agentes de la Policía Nacional han detenido a un menor de edad al que se le imputa la autoría de treinta robos con fuerza, todos ellos cometidos en Palma.
Las investigaciones realizadas por el Grupo de Robos y Patrimonio Histórico han determinado que en los hechos cometidos en horario diurno, el detenido se aseguraba que las viviendas asaltadas se encontrasen vacías para lo que previamente a su entrada hacía sonar el timbre, permaneciendo en las inmediaciones en actitud de espera de respuesta de los moradores, según explica la Policía en un comunicado.
En casi una decena de casos, los hechos tuvieron lugar de madrugada, mientras los moradores de las viviendas se encontraban en su interior, con la consecuente inseguridad subjetiva que estos hechos provoca en las víctimas y la grave alarma social que supone para los vecinos de las zonas afectadas.
Esta conducta permitió que fuera reconocido por dos víctimas de otras tantas tentativas frustradas y que junto a éste también fuera identificado otro menor que resultó igualmente detenido.
Varios de los hechos esclarecidos se produjeron el mismo día, en calles colindantes y con apenas espacio temporal entre la comisión de unos y otros.
Del testimonio de algunos víctimas se infiere que los menores actuaban bajo un claro reparto de tareas, en la que mientras unos realizaban labores de vigilancia en el exterior de la vivienda, el menor detenido se encargaba de acceder al interior de las viviendas mediante escalo o forzamiento de las vías de acceso a las mismas.
Las gestiones para la localización y detención del menor no resultaron sencillas en tanto éste se encontraba fugado de su domicilio familiar por lo que no estaba sometido a ningún tipo de control familiar por su entorno y había abandonado sus estudios.