Un dentista de Palma se enfrenta a una condena de un año de cárcel por seccionar un nervio de la lengua a un paciente en 2013. La víctima sufre dolores ocasionales, alteraciones del gusto, dificultades de dicción, disminución de la sensibilidad al besar y riesgo de quemaduras y de úlceras, entre otras secuelas. La Fiscalía reclama una indemnización de 55.860 euros y que se inhabilite al médico odontólogo durante el plazo de dos años.
La acusación pública sostiene que el dentista, el 12 de julio de ese año, extrajo al paciente las muelas del juicio para realizarle un tratamiento de ortodoncia en una clínica dental de Palma. En el transcurso de la intervención detectó al perjudicado dos quistes y decidió extirpárselos.
El afectado, que entonces tenía 31 años de edad, se encontraba bajo anestesia general. La Fiscalía recoge en su escrito que el dentista, especialista en cirugía oral, «no tomó las precauciones necesarias para evitar afectar el nervio lingual durante la maniobra quirúrgica» y le provocó una sección en dicho nervio. El paciente precisó tratamiento médico continuado e invirtió tres meses en curar las heridas que sufrió durante la intervención.
El perjudicado ha interpuesto una reclamación civil para reclamar daños y perjuicios, pero el procedimiento se encuentra suspendido a la espera de la resolución de la causa penal.
El dentista, que no tiene antecedentes penales, será juzgado en Palma por estos hechos próximamente.
El ministerio fiscal considera que es autor de un delito de lesiones imprudentes y solicita un año de prisión. También pide que se inhabilite al facultativo durante dos años y que indemnice al paciente con 4.691 euros por las lesiones y 51.169 por las secuelas.