La titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid considera que el crimen supuestamente cometido por César Román Virueque, el empresario conocido como el «rey del cachopo» es violencia machista, por lo que se ha inhibido a favor de los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer.
Fuentes jurídicas han informado de que la magistrada Rosa María Freire ha tomado esta decisión tras corroborar que «existía una relación sentimental clara» entre Román y su novia Heidi Paz.
Hasta que el nuevo juzgado asuma la causa, la magistrada continuará practicando diligencias como sucede precisamente hoy, pues el investigado se encuentra en estos momentos declarando en el juzgado a petición propia tras negarse a hacerlo el pasado 20 de noviembre, cuando la jueza acordó su prisión provisional.
El supuesto homicida ha llegado alrededor de las 14.20 al juzgado y justo cuando entraba a la sala ha manifestado en los pasillos que estaba «muy bien» y, preguntado por los medios de comunicación si se considera inocente, ha respondido «claro».
Por otra parte, las partes han tenido acceso al sumario -de cuatro tomos- en el que constan dos cartas que le escribió la víctima a Román en las que le decía que estaba enamorada y quería estar con él.
Todo ello después de que sufriera un aborto natural el pasado julio, dos meses después de empezar relación sentimental, según las mismas fuentes.
La mujer, además, nunca interpuso denuncia alguna sobre supuestos malos tratos contra el investigado, han añadido las fuentes que han calificado a Román de «posesivo, obsesivo y controlador».
Mientras tanto la Policía sigue buscando las extremidades de la mujer, que la autopsia preliminar descarta que muriese por asfixia o envenenamiento.
Al margen de su declaración, el «rey del cachopo» ha solicitado trabajar como cocinero en el centro penitenciario de Soto del real, donde no ha tenido ningún problema y es notable, añaden fuentes penitenciarias consultadas, que «está hecho a la vida carcelaria» por el amplio historial delincuencial que acumula.
En él se incluye su estancia en la prisión gaditana de Puerto II en 2008 durante un mes aproximadamente por un delito de lesiones cometido dos años antes, según las fuentes que señalan que César Román tiene «muchos» procedimientos abiertos, la mayoría relacionados con sus negocios, en diferentes órganos judiciales.
Además, la Audiencia Provincial de Madrid confirmó el pasado 20 de junio la condena a un año y tres meses de cárcel que en febrero le había impuesto el Juzgado de lo Penal número 34 de la capital por maltratar a su exmujer en presencia de su hija, pese a tener en vigor una orden de protección.