La Guardia Civil ha esclarecido el asesinato de un ciudadano sueco ocurrido el pasado mes de agosto en Mijas (Málaga) con la detención de seis personas en varias localidades de España y de otras dos en Suecia, pertenecientes a un grupo dedicado el narcotráfico y al blanqueo de capitales.
La víctima mortal era el líder de una organización criminal dedicada al narcotráfico en Suecia por lo que el móvil del crimen sería un presunto ajuste de cuentas entre bandas rivales, informa la Guardia Civil.
Los sicarios que mataron al ciudadano sueco llegaron a Málaga procedentes de Suecia un día antes de cometer el asesinato y fueron detenidos pocas horas después de ejecutarlo cuando intentaban huir a Marruecos y a partir de ahí se ha desarrollado la Operación Tijereta de la Guardia Civil y la Policía sueca ahora culminada.
En la misma se ha conseguido desarticular una importante organización criminal asentada en Suecia que operaba en España y en otros países europeos y se ha descubierto que los implicados en los hechos torturaron a la víctima antes de asesinarla así como que intentaron matar a otro hombre de nacionalidad sueca.
A los detenidos se les imputa delitos de detención ilegal, torturas, asesinato, tráfico de drogas, asesinato en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, pertenencia a organización criminal y robo de vehículo.
En la operación se han practicado varios registros domiciliarios siendo intervenidos cinco vehículos de alta gama, dos fusiles de asalto AK-47 (Kalashnikov), una pistola, abundante munición, un chaleco antibalas, más de 15.000 euros, 13.000 coronas suecas, tres relojes valorados en 120.000 euros y multitud de efectos relacionados con la investigación.
La investigación determinó que las dos víctimas fueron engañadas para conducirlas hasta el interior de un chalet ubicado en la localidad de Mijas, donde las abordaron y maniataron con bridas y cinta americana, sometiéndolas a torturas durante horas con la intención de conseguir información sobre una importante partida de droga.
En un momento de distracción de los agresores mientras les torturaban, una de las víctimas pudo deshacerse de sus ataduras y escapar de la vivienda.
Al percatarse de este hecho los captores ejecutaron a la otra víctima de varios disparos y emprendieron la huida, utilizando para ello el vehículo de la persona asesinada.
Este vehículo fue abandonado e incendiado en una calle de la localidad malagueña de Fuengirola con la intención de dificultar la investigación policial.
Tras la identificación del cadáver los investigadores concluyeron que detrás del crimen se encontraba una importante organización criminal delictiva dedicada al narcotráfico asentada en Suecia con importantes ramificaciones en varios países, incluido España y más concretamente la provincia de Málaga.
Los investigadores averiguaron e identificaron a los autores, que habían llegado un día antes de cometer el asesinato desde Suecia, siendo detenidos en San Roque (Cádiz) cuando se dirigían al puerto de la localidad gaditana Algeciras con la intención de embarcar en un ferry con destino Marruecos.
A raíz de las primeras detenciones en Benahavís (Málaga) fue detenido otro de los componentes de este grupo, de nacionalidad marroquí. En Marbella (Málaga) se procedió a la detención de otra persona que tuvo un destacado papel en la planificación y dirección de la ejecución, asumiendo el rol de uno de los cabecillas de la organización.