Mientras el asesino de Sacramento Roca se adapta a su nueva vida en la cárcel, familiares, amigos y compañeros de trabajo de la víctima la despidieron este jueves por la tarde en un funeral que se ofició en la iglesia de Sant Marçal de Marratxí.
El crimen ocurrió el viernes sobre las cinco menos cuarto de la tarde. Sacramento Roca se acababa de incorporar a su puesto de trabajo como cajera de Conforama. Rafael Pantoja, su expareja, se presentó para devolverle una fotografía que se había dejado la mujer tras recoger sus pertenencias en la casa que compartían. Era la excusa.
Los compañeros de la joven, al detectar la presencia del hombre, la avisaron, pero ella no quiso que lo expulsaran. Pantoja, que había trabajado hace un tiempo en el establecimiento como vigilante de seguridad, dio varias vueltas en el interior del local hasta que se aproximó por la espalda a su exnovia. Desenfundó un cuchillo de 30 centímetros de longitud y le asestó once puñaladas. La primera le alcanzó el corazón y Sacri se desplomó. No pudo hacer nada. Compañeros de la víctima intentaron separar al asesino enseguida, pero ya era tarde. Le arrebató la vida en cuestión de segundos.