Más del 80 por ciento de los funcionarios de la cárcel de Palma han secundado este miércoles la primera huelga general de prisiones en España, después de no llegar a ningún acuerdo en la negociación con el Ministerio del Interior.
Los trabajadores penitenciarios iniciaban la huelga con piquetes informativos concentrados en la entrada del recinto penitenciario «para explicar a nuestros compañeros de servicios mínimos el motivo de la huelga», lo que ha provocado un atasco importante junto a la rotonda de la cárcel que ha afectado a la circulación por la carretera de Sóller. Los manifestantes, que en ningún momento han cortado la circulación, han explicado que en esos momentos no había Policía Nacional ni Guardia Civil y han acusado «un gran descontrol por parte de Delegación de Gobierno, que estaba al corriente de esta jornada de huelga».
La huelga general tiene como motivo principal «la acusada falta de personal que hay en los centros penitenciarios de todo el estado, hasta 3.400 vacantes y 70 de ellas se concentran en Palma», ha explicado David Rodríguez, portavoz de UGT, quien también ha recordado que exigen mejoras salariales. «El gobierno nos pone sobre la mesa el 25 de septiembre una subida salarial de 123 millones. Tres días después, nos convocan a esa misma mesa para decirnos que no va a poder ser y que nos quedamos sin nada».
Palma, la cárcel con más agresiones en 2017
Los funcionarios dicen que no pueden soportar más la falta de seguridad que sufren en sus puestos de trabajo. «Cada dos días un trabajador penitenciario es agredido en una cárcel de España. En el año 2017, la cárcel que más agresiones recibió fue la de Palma, con 62 trabajadores agredidos en sus puestos de trabajo», señala.
La primera jornada de huelga comenzó este martes a las 22.00 horas y continuará hasta este miércoles a las 21.00. La huelga continuará los días 26 de octubre; 6, 8, 13 y 15 de noviembre. «En caso de que no se atiendan nuestras reivindicaciones ya veremos qué sucede, pero no descartamos que la huelga sea indefinida», apunta Antonio Gutiérrez, representante de ATP (Asociación de Trabajadores Penitenciarios), quien subraya que «se está trabajando bajo mínimos y eso está afectando mucho a la seguridad».