Un juzgado de instrucción de Manacor tomará declaración el lunes por un posible homicidio imprudente al hombre de 57 años que se dejó a su nieta de diez meses en un coche el pasado mes de agosto. La bebé falleció de un golpe de calor tras pasar ocho horas en el interior del vehículo.
El hombre tendrá que explicar qué ocurrió la mañana del diez de agosto cuando llevaba a la niña en su coche. La había recogido en casa de los padres en Son Macià en torno a las siete de la mañana. Fue a Manacor. El abuelo aparcó su Renault Scenic a primera hora de la mañana en la calle s'Hort des Cabré. El hombre tenía que haber dejado a la niña en la guardería. Esa mañana. En sus declaraciones señaló que sufrió un olvido y que tras tomar un café se marchó convencido de que el bebé estaba donde tocaba. Se marchó caminando al centro de la localidad y pasó toda la mañana arreglando unos papeles en el Ajuntament.
Cuando la madre del bebé llegó a la guardería a las tres de la tarde para recogerla le dijeron que no estaba. Llamó al abuelo y éste se mostró convencido de que la había dejado en el centro. El hombre terminó por caer en la cuenta de lo ocurrido. Cuando llegó al coche se encontró al bebé y pidió ayuda. No se consiguió reanimarla.
El abuelo tuvo que ser hospitalizado por un ataque de ansiedad tras el suceso. Desde que ocurrió se ha investigado el estado de salud psíquica del ahora investigado para averiguar si padece algún tipo de problema que justifique un olvido de esta magnitud. Esta eventualidad podría atenuar un hipotética responsabilidad penal e incluso eliminarla. En todo caso, ante la gravedad de los hechos el juzgado abrió unas diligencias por homicidio y dentro de ellas le tiene que tomar declaración de forma innecesaria. El trámite se ha retrasado por la práctica de periciales y a la espera de que el investigado se recuperara del shock sufrió como consecuencia de los hechos. Los informes policiales apuntaban a que lo ocurrido fue un mero accidente.