«Supongo que reconoce el daño que hizo a las tres menores, ¿verdad?», preguntó el presidente del tribunal, ayer, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. El acusado, de 75 años de edad y nacionalidad española, con las manos cogidas por la espalda, asintió. Confesó que abusó sexualmente de tres nietas, entre los veranos de 2015 y 2016, en Palma.
El acusado aceptó seis años de cárcel, pero no ingresará en prisión si paga 1.800 euros de multa y realiza un curso de educación sexual. Ha indemnizado a las víctimas con 6.000 euros por daños morales.
El septuagenario, desde el verano de 2015, acogía por las noches en su domicilio de Palma a tres de sus nietas, que en aquel entonces tenían 15, 12 y 9 años. Las menores dormían en la casa a la espera de que su madre, recién divorciada, encontrara un trabajo estable para conseguir una vivienda en la que instalarse con sus hijas.
El acusado, según recoge la Fiscalía en su escrito, se quedaba en la puerta de su habitación «viendo cómo sus nietas se desnudaban para ponerse el pijama». Les besaba en la boca cada vez que las veía, les daba masajes en piernas y espaldas y les tocaba el trasero.
A una de las víctimas, una de las veces que le daba masajes, restregó con el pie sus órganos genitales. También le enseñaba en su teléfono móvil vídeos pornográficos.
A otra de sus nietas se le acercó en calzoncillos cuando la menor estaba jugando a la Play Station y, por detrás, le tocó la zona genital y los pechos. En otra ocasión, la niña le comentó que le dolían los pechos y el hombre se acercó a ella y se los tocó hasta que la pequeña salió corriendo. A su nieta más pequeña, con la excusa de hacerle cosquillas, le tocó varias veces en su zona genital, tanto con ropa interior como sin.
El ministerio público reclamaba al inicio del proceso judicial una condena de 15 años de cárcel por tres delitos de abusos sexuales continuados a menores de 16 años. La fiscal rebajó la petición de pena a seis años de prisión tras la confesión del hombre y el pago de la indemnización. El tribunal tuvo en cuenta la avanzada edad del acusado, la atenuante de reparación del daño como muy cualificada y el reconocimiento de los tres delitos de abusos sexuales.
El abogado del sospechoso pidió la suspensión de las penas de prisión durante tres años y la Sala no se opuso. El hombre, aquejado de diversas enfermedades, también aceptó cinco años de libertad vigilada y 10 de alejamiento de las víctimas. No podrá comunicarse con sus tres nietas en 10 años. Además, abandonará su domicilio en menos de 15 días.