El 3 de marzo de 2013, R.M.V., un joven por aquel entonces de 23 años, decidió prenderle fuego a tres contendores de basura en la calle Antoni Ribas de Ciutat. El Juzgado de lo Penal número 2 de Palma lo condenó ayer a un año de prisión, que quedó suspendido con la obligatoriedad de hacer efectivo el pago por los desperfectos ocasionados a los depósitos, que asciende a 1.999 euros. En un primer momento el Ministerio Fiscal solicitaba tres años de privación libertad.
Provisto de un mechero y varios bultos empapados de gasolina, el joven, según recoge el escrito presentado por el fiscal, acudió al lugar de los hechos con la clara intención de causar desperfectos. El acusado introdujo en cada uno de los contenedores objetos empapados de gasolina, por lo que el fuego se propagó de manera muy rápida hasta provocar la destruccióntotal de los recipientes de basura.
Desde ese momento, la Policía inició una investigación para intentar dar con el autor de los hechos. Poco después ya conocían la identidad de quién había llevado a cabo la quema de contenedores, pero no fue hasta este miércoles, un lustro después, cuando lo detuvieron, pasando a disposición judicial horas después.
Se da la circunstancia que en la misma calle en la que el joven llevó a cabo su fechoría hace más de cinco años, a finales de julio ardieron tres contenedores en parecidas circunstancias. Pero no hay nada que haga indicar que R.M.V. haya podido llevar a cabo otra actuación como la de 2013.
Desde el 1 de enero del presente año, han sido cerca de 150 contenedores los que han sido quemados en distintos puntos de la ciudad de Palma, sin que de momento se haya podido identificar al autor o autores.