«El 1 de septiembre de 2004 realizó un viaje a Mallorca procedente de Valencia. ¿Lo recuerda?», preguntó este martes la fiscal en un juicio en la Audiencia de Palma. «No voy a contestar a sus preguntas», respondió el hombre, acusado de introducir seis kilos de cocaína en la Isla. Afronta siete años y medio de cárcel y una multa de un millón y medio de euros.
En aquella época utilizaba otra identidad. «Un juzgado de Madrid me buscaba», se justificó. El sospechoso contó que vino a Mallorca a pasar un fin de semana y a cobrar 8.000 euros de un Mitsubishi Montero que, supuestamente, había vendido un mes antes.
El acusado, junto a su compañera sentimental, quedó la noche del 6 de septiembre de 2004 en el AC Hotel Ciutat de Palma con una pareja que desembarcó en la Isla con un coche procedente de Valencia. La Guardia Civil interceptó el vehículo, un Land Rover Freelander. Las ventanillas no se podían bajar. Las puertas estaban manipuladas. Los agentes hallaron en su interior seis kilos de cocaína. «No tenía conocimiento de la droga que había dentro del coche», manifestó el encausado, que admitió que rompió una tarjeta de memoria porque tenía «fotos comprometidas» con su pareja.
Un guardia civil que participó en su detención explicó que el acusado viajaba de forma frecuente a Mallorca. La pareja que venía de Valencia, el acusado y su compañera sentimental se saludaron de manera «muy efusiva» con abrazos. «Estaban nerviosos. No dieron ninguna explicación coherente de por qué viajaban a Palma». Los agentes, en el registro en la habitación del hotel, encontraron varios móviles, una tableta PDA y 8.000 euros en efectivo.