Los vecinos de una casa de la urbanización Son Gual, de Palma, se vieron sorprendidos este miércoles por la masiva irrupción de cabras en la parcela de su propiedad, de 2.500 metros cuadrados. Más de treinta cabras silvestres entraron en el terreno y arrasaron con cuanta hierba y macetas hallaron a su paso. El destrozo ha sido enorme: devoraron césped, palmeras, plataneros, buganvillas...
Los propietarios avisaron a la Policía Local, que envió de inmediato una patrulla. Los agentes intentaron acorralar a los animales dando vueltas detrás de ellos, cada uno con un instrumento de labrar. «Dos de nuestros perros –explicó el propietario– les iban detrás, pero las cabras no hacían ni caso, seguían yendo de aquí para allá. Al final, hicieron una barrera con sillas para que saltaran hacia fuera. Algunas consiguieron salir, pero la más grande cayó al estanque de peces y no había manera de que saliera».
No es la primera ocasión que las cabras entran en domicilios de esta urbanización, que es vecina del golf de Son Gual, empujadas, tal vez, por la sed.