El inmigrante marroquí que apuñaló a dos turistas alemanes en la Playa de Palma y tuvo que ser reducido por la policía de un disparo tenía antecedentes delictivos y había sido expulsado del territorio nacional debido a su comportamiento. Sin embargo, había conseguido regresar ilegalmente a Mallorca y se había establecido en la zona de s'Arenal.
Ese sería el motivo, según los investigadores, por el cual, tras ser detenido, dio una identidad falsa y aseguró ser un ciudadano libio. La Policía Nacional comprobó que el nombre y apellidos que había facilitado se correspondían, en efecto, con un extranjero, pero al tomarle las huellas dactilares descubrieron su verdadera filiación.
El Grupo de Homicidios está ultimando la declaración y ha tomado declaración a los testigos de aquella madrugada en la calle Misión de San Diego. Estas personas han coincidido en relatar que el agresor tropezó con un grupo de tres turistas alemanes, que le recriminaron el choque fortuito y se encararon con él. Fue entonces cuando el magrebí sacó una navaja y apuñaló en el corazón a uno de ellos y en la espalda a otro. Luego salió corriendo, pero cuando se topó con un testigo de un hotel cercano, que seguía en shock por lo que acababa de presenciar, se le acercó y le recomendó que no contara nada de lo sucedido: «Tú no has visto nada».
El hombre sigue hospitalizado por el disparo en el pie, pero la herida es limpia y no le ha afectado huesos o arterias, por lo que pronto podría recibir el alta médica y pasar a disposición judicial. La policía investiga si la madrugada del ataque el acusado había consumido estupefacientes o si sufre algún problema psicológico.