Un excursionista francés se topó este martes, frente a frente, con una osa y sus tres cachorros en una zona cerca del Cerro de Barlongueta, en Montgarri (Lleida), mientras recorría el Pirineo con otras tres personas, por lo que salió huyendo y tuvo que ser rescatado por los servicios de emergencia.
Según han informado desde el Consejo General de Aran, la alerta se dio después de que se perdiera la pista de uno de los integrantes del grupo, un joven de 22 años, que escapó montaña arriba después de encontrarse con los osos.
El joven explicó que se asustó después de toparse, a menos de diez metros, con la osa que, según ha narrado, mantuvo una actitud defensiva hasta que las crías estuvieron suficientemente lejos y ella se dispuso a seguirlas.
El excursionista aseguró que la osa no mostró agresividad ni le atacó, aunque sí se mantuvo firme ante los gestos y gritos del joven hasta que las crías se alejaron.
Una vez el excursionista llegó a un lugar con cobertura telefónica, y ya lejos de la presencia de la osa, decidió enviar al resto de compañeros su localización y se activó el dispositivo para rescatarlo.
En el rescate participaron los Bomberos de Aran, la Unidad Aérea de los Agentes Rurales, los Agentes de Medio Ambiente del Consejo General de Aran y los Mossos d'Esquadra.
Agentes de Medio Ambiente rastrearon la zona con perros y pudieron localizar pelos de la osa que servirán para su identificación genética, además, intentan recuperar alguna foto en las cámaras que hay instaladas cerca de la zona donde ocurrieron los hechos.
Precisamente en estas cámaras -denominadas cámaras trampeo-, el Consejo General de Aran asegura que se ha podido observar la presencia de una osa adulta que corresponde «muy probablemente» con la que ha causado el incidente.
Desde el Consejo General de Aran, finalmente, recuerdan que la actitud que hay que mantener ante un oso es la de hacerse oír de lejos y, si el encuentro es a corta distancia y el oso ya lo ha detectado, alejarse lentamente del lugar hablando en voz alta.
De esta manera, el oso ve que no hay ninguna amenaza hacia él o sus crías y advierten que no deben hacerse gestos agresivos ni gritar, dado que esto podría interpretarse como un peligro por parte del animal.