El empresario portugués Pedro Queiroz Pereira sufrió un infarto, se desvaneció y cayó por las escaleras interiores de su yate, han informado fuentes policiales después de que este martes se realizara la autopsia al cadáver en el Instituto Anatómico Forense de Ibiza.
Queiroz Pereira, de 69 años, falleció el sábado hacia las 23.15 horas en el interior de su yate de 30 metros de eslora, que estaba amarrado en la marina Ibiza Magna, del puerto de ibicenco.
La Policía Nacional abrió una investigación para esclarecer la causas del fallecimiento, cuyos primeros indicios apuntaban a una caída accidental.
Sin embargo, la autopsia ha revelado que antes de la caída sufrió un ataque cardíaco.
La noche de su muerte, el empresario comenzó a encontrarse mal y sufrió un infarto justo cuando se encontraba encima de una escalera de ocho escalones, por la que se produjo la caída, han explicado a Efe fuentes cercanas al fallecido.
La Policía Nacional requirió la asistencia de los efectivos de bomberos que acudieron a las 2.30 horas de la madrugada para extraer el cuerpo del empresario del camarote en el que se encontraba, ya que su gran corpulencia complicaba poder sacarlo de las instancias internas de la embarcación.
La familia de Queiroz Pereira se encuentra en Ibiza para ultimar el traslado del cuerpo del empresario a Portugal, que se realizará previsiblemente mañana en un avión privado.
El empresario portugués Pedro Queiroz Pereira era uno de los más importantes del país, dueño de la papelera Navigator y la cementera Secil.
Queiroz Pereira tenía una fortuna valorada en cerca de 780 millones de euros, la séptima mayor de Portugal.
El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, publicó una nota en la web oficial de la Presidencia en la que envió las condolencias a la familia del «gran industrial portugués».