Los 18 ocupantes de un helicóptero Mi-8 que transportaba trabajadores petroleros en el región siberiana de Krasnoyarsk murieron este sábado al estrellarse el aparato, informaron las autoridades rusas.
El helicóptero, con tres tripulantes y 15 pasajeros, se estrelló junto a una instalación petrolera a unos 180 kilómetros de localidad de Igarka, según los datos preliminares del departamento regional del Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia.
«De acuerdo con las primeras informaciones, el helicóptero con pasajeros despegó después de otro que transportaba una estructura metálica con la que chocaron las aspas de la nave siniestrada», dijo a la agencia Interfax una fuente de Emergencia en el lugar del accidente.
La compañía aérea Utair, propietaria del helicóptero siniestrado, precisó que el accidente se produjo a las 02.43 GMT junto al helipuerto «Vankor y confirmó que todos sus ocupantes murieron.
Según el comunicado oficial de Utair, en el momento del accidente las condiciones del tiempo era normales.
El piloto del aparato siniestrado, que no fue identificado por la compañía aérea, tenía cerca de 6.000 horas de vuelo.
El gobernador en funciones de Krasnoyarsk, Alexandr Uss, viajó al lugar del accidente para supervisar personalmente el comienzo de la investigación.
Por su parte, el Comité de Instrucción incoó un proceso penal por presunta violación de normas de navegación aérea con resultado de muerte de dos más personas
El Mi-8 es un helicóptero bimotor de tamaño medio, con tres tripulantes, capaz de transportar hasta 24 personas o 3.000 kilogramos de carga, que puede ir tanto en el interior como en el exterior de la nave.
El aparato, del que se fabrican versiones de uso civil y militar, tiene una autonomía de vuelo de 450 kilómetros y una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora.